Paciencia
El Espidifén es mi medicamento favorito, el único que tomo sin reparos, el que me acompaña en todos mis momentos de dolor y resaca, en su versión Espidifiés.
Sólo encontraba en él una pega, y no es el sabor, que me encanta, es que tiene serios problemas de disolución.
Por mucho que lo muevas, nunca acaba de disolverse, y echas un poquito más de agua, y lo remueves, pero siempre quedan esos restitos que te hacen pensar:”¿y si son justo estos granulitos los que necesito para que se me pase este insoportable dolor?” o “sin estos granulitos no se me pasa la resaca ni de coña”.
Pues hoy, mi padre, que es un hombre muy tranquilo, mientras me preparaba mi brebaje me ha dicho: “espérate, déjalo que repose. Y muévelo con cariño”.
Y yo le he hecho caso, porque si yo tomo Espidifén, él más.
Y al ratito, ahí estaba: ¡totalmente disuelto! Y sin perder las vitaminas.
Cómo son estos padres, de todo saben.
4 Comments:
arrea, comadre, que no sabía yo esto!!!!! al blog que vas!!!! por cier, dime la dirección de flikernackerguaker esa que tienes
(Josazo)
Cari, me ha encantado tu oda al Espidifén. No tengo palabras, sólo una carcajada que es símbolo de que cada día soy más fan tuyo.
pues... el espidifén... a mí me sabe a rayos vallecanos. si es en pastilla, igual me arriesgo, pero ese sobre maligno desapareció d mi vida un día d regla q me mató.pq bastante mal cuerpo tenía yo, como para empezar a dar arcades. de todos modos: mencanta ser mujer!
su NEOBRUFEN Comp. 600 mg, gracias.
y a vivir la vida!!!
tu sucia, q t ama mucho, siempre.
Por fin! Qué alegría... ahora que no estás aquí, encuentro tu blogo... esque nunca me acordaba del nombre: siempre ponía "vayatela" o "nomecuentes".blogspot.com ... pero te he encontrao. Ahora estás obligada a actualizarnos. Me encantas.
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