Klaus
Klaus es alemán, aventurero y hippie.
En uno de sus viajes de adolescencia, llegó a España, donde conoció a Manolo, el recepcionista del camping donde apacó su furgoneta. Era un camping muy liberal y Manolo y Klaus se hicieron muy amigos. Al pasar los años, cuando rondaba los treinta, volvió a Toledo, donde había conocido a Manolo.
Era Navidad, y Klaus viajaba solo. Era 24 de diciembre, y Klaus tomaba unas cañas entre la multitud. Junto con la caña le entregaron un plato de patatas guisadas con costillas. El cocinero era Manolo.
Se reconocieron sin problema, se reencontraron con cariño.
Tomaron muchas cañas.
Manolo le invitó a cenar a su casa, era navidad, y Klaus estaba solo, como ya os he contado.
Cuando entraron por la puerta, se encontró a una familia de nueve hermanos, cada uno con sus parejas y 27 niños revoloteando por la casa. Entre ellos había una niña que era la ahijada de Manolo, la niña de sus ojos.
Se llamaba Amalia.
Amalia había recibido de regalo un libro, “Coleta, poeta”, estaba aprendiendo a leer.
Klaus estaba aprendiendo español.
Ella nunca había conocido a un alemán.
Klaus tuvo que leer el cuento a Amalia, que se reía y corregía los errores.
Era la primera vez que contaba un cuento en español.
Era la primera vez que le contaban un cuento en alemán.
En uno de sus viajes de adolescencia, llegó a España, donde conoció a Manolo, el recepcionista del camping donde apacó su furgoneta. Era un camping muy liberal y Manolo y Klaus se hicieron muy amigos. Al pasar los años, cuando rondaba los treinta, volvió a Toledo, donde había conocido a Manolo.
Era Navidad, y Klaus viajaba solo. Era 24 de diciembre, y Klaus tomaba unas cañas entre la multitud. Junto con la caña le entregaron un plato de patatas guisadas con costillas. El cocinero era Manolo.
Se reconocieron sin problema, se reencontraron con cariño.
Tomaron muchas cañas.
Manolo le invitó a cenar a su casa, era navidad, y Klaus estaba solo, como ya os he contado.
Cuando entraron por la puerta, se encontró a una familia de nueve hermanos, cada uno con sus parejas y 27 niños revoloteando por la casa. Entre ellos había una niña que era la ahijada de Manolo, la niña de sus ojos.
Se llamaba Amalia.
Amalia había recibido de regalo un libro, “Coleta, poeta”, estaba aprendiendo a leer.
Klaus estaba aprendiendo español.
Ella nunca había conocido a un alemán.
Klaus tuvo que leer el cuento a Amalia, que se reía y corregía los errores.
Era la primera vez que contaba un cuento en español.
Era la primera vez que le contaban un cuento en alemán.
10 Comments:
'Coleta, poeta', no se me ocurre un nombre mejor...
y escribe más, que me gusta a mí lo que escribes.
ay, mi suci, q bonita historia. q fue de klaus? q tal cocina manolo? cuánto bien para el mundo pqño en el q vivo! vuelve mucho, q t amo (roja y todo).
muuuaaak
Pero qué hermosas tú y tu historia. Demasiado tiempo entre post y post!
Ay mi Pin! Qué maravilloso tu blog, y el internet para poder leerlo!! Ayer estuve con Manolo y con tu pequeña sobri, qué cosa tan pequeña y tan guapa!! Retozaba al sol del Puli, más bien qué ná..
I miss you this weekend?
Oye, habrá Mazarronada in the Holy Week, os apuntais?Kisses..
ama, me molan tus cuentos. a ver si le das cañita!!!! muaca
Un saludooor de Juanete!
Menudo papelón el Klaus.
Hasta la próxima.
Oye a ver si escribes algooooor
AMAAAA...actualiza coño,que quiero mas!!
Julia.
Amaaa...actualiza coño,que qiero mas!!
Julia
Amalia, guapa! Pero no sabía yo esta faceta tuya! Me gusta muchísimo. Keep it on, que yo te voy a pasar a leer. Estoy muy sorprendía.
Por otra parte me alegro que te gustase el video.Ya he visto que lo pusiste en unvlog. ;)
Un beso!
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