viernes, marzo 09, 2007

Klaus

Klaus es alemán, aventurero y hippie.
En uno de sus viajes de adolescencia, llegó a España, donde conoció a Manolo, el recepcionista del camping donde apacó su furgoneta. Era un camping muy liberal y Manolo y Klaus se hicieron muy amigos. Al pasar los años, cuando rondaba los treinta, volvió a Toledo, donde había conocido a Manolo.
Era Navidad, y Klaus viajaba solo.
Era 24 de diciembre, y Klaus tomaba unas cañas entre la multitud. Junto con la caña le entregaron un plato de patatas guisadas con costillas. El cocinero era Manolo.
Se reconocieron sin problema, se reencontraron con cariño.
Tomaron muchas cañas.
Manolo le invitó a cenar a su casa, era navidad, y Klaus estaba solo, como ya os he contado.
Cuando entraron por la puerta, se encontró a una familia de nueve hermanos, cada uno con sus parejas y 27 niños revoloteando por la casa. Entre ellos había una niña que era la ahijada de Manolo, la niña de sus ojos.
Se llamaba Amalia.
Amalia había recibido de regalo un libro, “Coleta, poeta”, estaba aprendiendo a leer.
Klaus estaba aprendiendo español.
Ella nunca había conocido a un alemán.
Klaus tuvo que leer el cuento a Amalia, que se reía y corregía los errores.
Era la primera vez que contaba un cuento en español.
Era la primera vez que le contaban un cuento en alemán.